Cómo
ser un rebelde Pop
y no morir en el intento
"La
rebeldía pop" decíamos y todos nos miraban inquisidoramente, entonces
decidimos explicarnos mejor. Estamos en el 2000, atrás quedaron
los '60, aquellos años en que la juventud pensaba cambiar el mundo,
también estan enterrados los espantosos '70, pisoteadas las flores
de la primavera ochentista y apenas se disipan los vahos de la
birra, el tetra, el porro a un mango y la cocaína de baja calidad
de los '90.
Ayer el Che Guevara prometía que los condenados de la tierra arrasarían
al continente, ahora esos mismos condenados piden por favor un
lugarcito en el mercado. El subcomandante Marcos es valiente por
Internet y el Che es una de las remeras mas vendidas. Hoy la palabra
rebeldía es un dominio en venta para distintos países en la pantalla
de Internet y la cultura pop ha invadido los medios. Andy Warhol
parece haber sido mas un profeta que un artista de vanguardia:
cualquiera tiene sus quince minutos de fama. Cuando a mediados
de los '60 Warhol realizó su famoso cuadro de las sopas Campbell`s
y sus serigrafías de Marilyn Monroe, Elvis Presley y Marlene Dietrich
el pop art dio el paso inicial de un movimiento tendiente a eliminar
las diferencias entre la cultura de masas y el arte de élite.
Frente al estado de las cosas el discurso político suena a antigualla,
por eso, los líderes de la sociedad hoy surgen de los medios y
alcanzan su esplendor frente a las cámaras de la televisión. Mario
Pergolini, Adrián Suar, Jorge Lanata, Ramiro Agulla y Carlos Bacceti
han sobresalido, cada uno en su terreno, hasta ocupar lugares
privilegiados dentro del sistema. Frente al discurso pálido de
los posibilistas que se adaptan a las exigencias del dios Mercado,
ellos representan el triunfo de la independencia, la audacia y
el individualismo, tres características que a la corporación no
le caen precisamente simpáticas y sin embargo los cinco hoy se
sientan a la mesa con los gerentes del sistema que, muy a su pesar,
deben negociar con ellos.
JORGE BERNÁRDEZ & DIEGO ROTTMAN